jueves, 23 de febrero de 2017

Cap 4: Reflexiones de medianoche

Era más de medianoche cuando los tres chicos se despedían en el parque de su barrio para volver al fin a sus casas. Tenían la suerte de vivir muy cerca por lo que pocas eran las veces en las que volvían sin compañía.
Una vez sólo y de camino a casa, Gael empezó a pensar en todo lo hablado a lo largo de la reunión, pues le había supuesto demasiada carga emocional, demasiadas cosas en las que pensar en poco tiempo, tanto, que antes de llegar decidió sentarse a meditar en una explanada que se encontraba al lado de su casa. En ese lapso de tiempo, entre media y una hora, le dio por pensar en todo lo ocurrido a lo largo de los diez años anteriores. 
Recordó la cara de Gabriel cuando llegó al lugar de los hechos y se enteró de la noticia, recordó el proceso de aceptación por el que tuvo que pasar tanto él como muchos de sus amigos, y como su vida y su estado emocional habían ido a mejor desde que conoció a Azahara. 
-"Azahara, esa chica que me ayudó desde el primer momento, esa chica que aguantó todos mis lloros, esa chica por la que me da miedo seguir con el plan de Dante, debo de contárselo." -Meditaba Gael mostrando en su mente todo lo que le debía a Azahara. 
Y es que hace unos años, Gael le prometió a Azahara que olvidaría completamente ese trágico suceso y claro, ahora estaba en un mar de dudas ya que tenía ganas de realizar lo que le había prometido horas antes a Dante, pero por otro lado, sabía que Azahara se iba a enfadar y necesitaba contárselo. 
-¿Holaa? -Preguntó Gael al llegar a casa. 
-Hola Gael, ¿Qué tal se ha dado? -Contestó Azahara mientras aparecía por la puerta de la habitación. 
-Bien, pero tengo muchas cosas que contarte, ¿Tú qué tal? ¿Saliste al final? -Dijo Gael amablemente mientras se acercaba a ella. 
-Si, he llegado hace un rato y me estaba cambiando. -Contestó Azahara. -Cuéntame venga, tengo ganas de saber cómo te ha ido. 
Gael se quedó unos segundos embobado en la chica que le enamoró y que tanto le ayudó. Acto seguido, Gael le cogió del hombro cariñosamente, invitándole a ir al sofá para contarle todo el plan de Dante. 
Una vez sentados, Gael, apoyándose en su hombro, empezó a relatarle la historia de lo que había ocurrido durante toda esa noche, detalle a detalle y sin saltarse ni una coma. 
Ante la cara de sorpresa que ella tenía, vio casi obligatorio terminar con un "¿Qué piensas?", a lo que Azahara le respondió: 
-No sé qué decirte Gael, por un lado os comprendo, quedó todo muy en el aire y a lo mejor sería bueno para terminar de pasar página, se que a pesar de todo aún no lo has conseguido y tienes esa espinita clavada; pero por otro lado, lo pasamos tan mal que me da miedo volver a sufrirlo, volver a verte así. Cuando aún vivíamos con nuestros padres, me iba con miedo de saber cómo te iba a encontrar al día siguiente, ocupabas mi cabeza las 24 horas del día...  pero no soy quien para prohibirte nada, haz lo que creas correcto y piensa que te apoyaré. Te he dicho todo esto porque veía conveniente expresar lo que siento pero eso no significa que no te vaya a apoyar. 
-He dudado mucho y sobre todo porque tenía que contártelo. No te niego, me sorprende mucho como has reaccionado, imaginaba una reacción peor, pero de verdad muchas gracias por comprenderme. -Dijo Gael mientras se incorporaba para mirarle a los ojos.
-Si puedo pedirte algo, lo único que te pido Gael es que nunca dejes de estar feliz pase lo que pase y que si decidís intentar resolver el caso, llegad hasta el fondo del asunto, no paréis hasta que no haya más dudas. 
-Gracias por todo, de verdad. -Contestó Gael dirigiéndose a darle un beso.
Justo después de esta necesaria conversación, decidieron irse a dormir. Había sido un día largo y ambos estaban cansados. 
Al día siguiente, nada más despertar y pareciendo que tenía cámaras en su casa, Gael recibió un mensaje de Dante que decía: "Hoy a las 22:00h en el parque".
Una nueva fase comenzaba para todos los amigos, aunque no sabían hasta qué punto se les iba a ir de las manos esa investigación...

lunes, 13 de febrero de 2017

Cap 3: Decididos


-¿Cómo podemos empezar? Vale, nos hemos decidido muy rápido pero hay que analizar bien todo y no lanzarnos a lo loco a descubrir un suceso que ocurrió hace 10 años. -Recriminó Gael.

-Eso, Dante. Sabes que por tu poder de decisión yo te apoyo, pero espero que tengas algún plan porque sino esto no servirá de nada. -Se preocupó Alan.

-Parece a veces que no me conocéis. -Bromeó Dante. -Claro que tengo un plan. Si os soy sincero, llevo pensando esto durante mucho tiempo, pero quería estar seguro de ello, imaginaos que nuestra investigación es un éxito y encontramos lo peor, su cadáver, hay que estar muy preparado para ello. -Advirtió.

Años atrás, muchos de los chicos tuvieron problemas por la desaparición de su amigo Caín, lo que a algunos los llevó al psicólogo, a otros a la desesperación, a no salir de casa...

La presión social les podía, pues cómo no, los medios se hicieron eco de la noticia, culpándoles en numerosas ocasiones indiscriminadamente, intentando crear pruebas que no venían de ningún sitio e intentando crear enfados entre ellos para crear noticias, ocasionando que los chicos, aún jóvenes para enfrentarse a tal situación, se escondiesen y no quisiesen saber nada del mundo exterior.

Por suerte, eso es cosa del pasado ya que la policía sólo encontró esa chaqueta destrozada como prueba, la cual era insuficiente para culpar a cualquier persona.

De ahí la cautela de Dante para elaborar un plan, tenían que estar preparados tanto él como sus amigos para ser, después de diez años, el eje rotatorio del pueblo, de los medios de comunicación, del país... si los descubrimientos llegasen a tal grado de importancia y como no, tendrían que ser capaces de soportar toda la presión mediática que esto conllevase.

-Venga cuéntanos, ¿Cuál es el plan? -Dijo impaciente Alan.

-De acuerdo, ahí va. Tampoco os creáis que es un plan magistral ni mucho menos, lo único que pretendo con esto es conseguir que se vuelva a abrir el caso, que la policía vuelva a investigar, que se resuelva de una vez por todas.

-¿Pero cómo? -Interrumpió Gael de nuevo.

-Quiero volver a aquella casa. -Contestó Dante, temeroso. -Quiero registrar todos y cada uno de los rincones de esa finca, algo tiene que haber.

-Estás loco. -Le recriminó Alan. -Ese lugar lleva cerrado desde entonces, la policía registro todo, la gente pisoteó todos los alrededores, por el único motivo que saldríamos en las noticias sería por merodear por un lugar en el que ya fuimos culpados por lo sucedido.

-Alan lleva razón, Dante, es una locura volver allí, los buitres de la prensa seguro que aún siguen esperando vernos aparecer por allí, no lo descarto para nada vaya. -Continuó Gael.

-Pues aún hay más. -Advirtió Dante.

-Sorpréndenos.

-No sé si os acordáis de Ana, la chica que trabaja en la comisaría, creo que puedo sonsacarle más cosas para que nos de toda la información posible sobre el caso. -Dijo Dante excitado.

-Quieres llevarnos a la cárcel. -Recriminó Alan. -Estás loco en serio, ¿En qué momento has pensado eso? ¿Vas borracho o qué?

-Se que parecerá una locura pero por favor, confiad en mí. Pidió Dante.

-No te digo que no confiemos en ti, pero todos sabemos que eso es delito, y muy peligroso y creo que ya tenemos una edad para estar metidos en líos. Tenemos más que perder que ganar. -Dijo Gael preocupado.

-Lo sé. -Interrumpió Dante. -Sólo os pido que confiéis un poco, os prometo que no os pondré en problemas y si pasa algo yo me haré responsable de todo. Ana es de fiar, o al menos lo ha sido hasta hoy, además su única función por el momento es pasarme algo de información, nada más.

-Tampoco es eso, te agradezco que fueses a dar la cara pero no creo que sea necesario, obviamente todo esto tiene sus riesgos pero si queremos saber donde está Caín o que fue de él tenemos que arriesgarnos, sólo así ganaremos. He de decirte que acepto con todas las consecuencias. -Comentó Alan.

-Gracias por confiar Alan, no te defraudaré. -Prometió Dante. -Tú, Gael, ¿Qué decides?

-El plan tiene mucho riesgo, incluso puede que vayamos a la cárcel o vete a saber que nos pase a partir de este momento, pero tú has confiado en nosotros y yo confiaré en ti. Acepto el plan. -Decidió Gael.


Así es como decidieron embaucarse en una aventura que no sabrían hasta que punto les iba a afectar y a cambiar sus vidas. Les llevaría al límite y a pensar en abandonar todo y recluirse para no saber nada de nadie y así poder sentirse seguros, pero, aún les quedaba mucho por descubrir. 

miércoles, 8 de febrero de 2017

Cap 2: El reencuentro

-Quién lo diría, diez años ya de aquel suceso que nos cambió a todos y que nos hizo madurar, tal vez de una forma demasiado repentina. -Dijo Edgar mientras entraba y cerraba la puerta al pasar. 
-Qué raro, el último en llegar, aunque te vas superando, solo llegas tarde por 5 minutos, enhorabuena. - Se escuchó desde el fondo de la sala. 
-Veo que sigues tan gracioso como siempre, ¿eh, Alan? -Dijo Edgar medio sonriendo medio molesto. 
-Bueno, intento mantenerme en forma. -Vaciló Alan.
El grupo de amigos se encontraba en "El Estanco", un pequeño bar casi en el centro del pueblo en el que sus clientes habituales eran los típicos que parecen no salir nunca de allí, ademas eran amigos del dueño del bar desde hace mucho y alguna vez que otra les invitaba por lo que les era un incentivo más para ir. 
-Tan atractivo como siempre, Dante. -Le comentó Uriel con cierta envidia mientras sonreía. Uriel había sido durante años el típico chico gordito que había sido por desgracia el centro de atención en su clase y que si no fuese por su grupo de amigos su situación hubiese sido mucho peor.
-Bueno, no voy mal pero la edad poco a poco nos va pesando, son 31 años pero... Me empiezo a preocupar. Contestó Dante sonriendo. -¿Tú que tal vas?
-Bien, aún sin trabajo y viviendo con mi madre, de vez en cuando me sale algún trabajillo, pero nada estable. -Dijo Uriel. 
Al otro lado de la mesa se encontraba Gael, que tras analizar a todos los participantes de esa reunión, sus amigos, se levantó y empezó a hablar. 
-Diez años han pasado ya, como bien ha dicho Edgar y yo por lo menos, aún no he sido capaz de olvidarlo, por eso os cité aquí junto con Hugo, porque me apetecía hablarlo y recordarlo con todos vosotros.
- Así es. -Dijo Hugo mientras se levantaba. -Mucho han cambiado nuestras vidas: hemos terminado estudios, algunos tienen ya familia... y por qué no aprovechar este 5 de enero de 2016 para poder sentarnos y recordar lo que nos pasó hace diez años. 
Todos se quedaron callados, como recordando todo lo que les ocurrió, hasta que Zeus comenzó a hablar rompiendo el silencio que se había implantado en el grupo: 
- Aquella noche del 5 de enero... Aún sigue siendo una de las peores noches que jamás viviré. - Decía Zeus mientras se incorporaba de la silla. - Parecía un día perfecto, un día entre amigos, de fiesta, celebrando que algunos eramos libres de estudios, que podíamos acceder a estudios superiores los que quisiésemos, en un chalet apartado de todo ruido... quién se iba a imaginar que así de repente, uno de nosotros iba a desaparecer. 
- No pudimos hacer nada. -Contestó Gabriel acto seguido. -Yo fui el primero en darme cuenta, en salir del chalet y ver que no encontraba a Caín cuando justo iba en su búsqueda. Salí corriendo, lo recuerdo como si fuese ayer, ¿Dónde iba a estar sino es en un lugar apartado prácticamente de la ciudad? Y al caminar unos metros... -Decía mientras agachaba la cabeza.
-Esa chaqueta... Destrozada y rasgada por todos lados. -Continuó Gael al ver la imposibilidad de sus compañeros de seguir. -¿Cómo íbamos a imaginar que no lo veríamos nunca más?
-Acto seguido llamamos a la policía asustados, temiendo lo peor... Y lo único que consiguieron hallar fueron unas ramas rotas de haber salido corriendo. ¿Por qué Caín? ¿Por qué lo hiciste? Ojalá fueses capaz de oírme allá donde estés... -Terminó Dante. 
-Amigos, brindemos por Caín, allá donde esté, se lo merece. -Dijo Aiden mientras se levantaba con una jarra de cerveza en la mano. 
Y así es como los nueve amigos pretendían rememorar a su desaparecido amigo Caín, el cual dieron por muerto muchos años atrás, meses después de tal acontecimiento.
Después del brindis, se quedaron todos ellos hasta el anochecer, rememorando aquellos tiempos en los que aún eran diez, en los que aún eran jóvenes y libres con la capacidad de divertirse con cualquier cosa. 
Los últimos en marchar fueron Dante, Alan y Gael que, como todos los años, trataban casi de forma desesperada de descubrir que pudo suceder. 
 Han pasado diez años y ni la policía ni nadie ha sido capaz de descubrir lo que realmente sucedió, ¿por qué no lo intentamos nosotros? Tal vez sea demasiado tarde pero algo más haremos que estar aquí bebiendo cerveza dejando que las pocas pruebas que aún pueda haber desaparezcan. -Dijo Dante. 
-Nunca es demasiado tarde. -Contestó Alan casi de forma inmediata. -Yo también lo he pensado muchas veces, podríamos intentarlo, estoy contigo. 
-Visto el tiempo que ha pasado hay que tener en cuenta el grado de dificultad que esto incluye... Pero, ¿por qué no? -Contestó Gael. 

viernes, 3 de febrero de 2017

Cap 1: No hay vuelta atrás


"Estación El Álamo", vio Dante a la derecha de la carretera.
- De acuerdo, aún tengo tiempo, he de llegar lo antes posible y  así evitar que me encuentren. -Dijo Dante. 
La vieja estación del Álamo había pasado ya sus mejores días pues sólo quedaban restos de lo que en la revolución industrial fue. El edificio principal estaba semiderruido y las vías sólo se dedicaban a contemplar el paso de algún que otro tren de vez en cuando y, además de por su antigüedad y porque la nueva estación estaba en funcionamiento desde hace mucho, estaba a las afueras, lo que dificultaba el tránsito de personas y, desgraciadamente, facilitaba e incitaba al suicidio, como más de uno y de dos ya lo había intentado con mejor o peor éxito anteriormente. 
Y allí es donde se dirigía Dante con el propósito de quitarse la vida, tal vez ya sin fuerzas para luchar, o tal vez no siendo lo suficientemente valiente como creía ser. 
- Al fin. -Dijo jadeando mientras miraba la hora y se posaba de rodillas sobre las vías esperando el trágico final. 
- "Y aquí estoy yo, a las 17:25, esperando que en 5 minutos pasé por fin el tren por encima de mí. No hay mayor desesperación que ésta, que tus amigos estén muriendo, que te traicionen, que no sepas que hacer. Ya no valgo para nada y lo mejor es que me marche de este mundo." Pensaba Dante entre lágrimas mientras recordaba todo lo ocurrido, que era lo que le había llevado a ese lugar en una acción desesperada por desaparecer. 
- Sería demasiado cobarde por tu parte si hicieses eso, ¿Sabes? -Gritó su fiel amigo Gael desde una parte alejada de la posición de Dante. - Desde que te conozco siempre has sido tú el valiente, el que me ha dado ánimos cuando no era capaz de controlar todo lo que tenía en mi cabeza, el que siempre me ha apoyado cuando suspendía y ahora he tenido que recorrerme todo el pueblo corriendo para que no fueses tan cobarde como para suicidarte, ¿Me lo estás diciendo en serio? Si es así, me estás decepcionando demasiado como persona. No pienses que te voy a apartar de las vías del tren, confío en que no seas tan cobarde como para dejar de luchar.
- Gael... Yo... Lo siento, no sé que decir. -Lamentó Dante.
- ¡Pues levántate de una vez y dime que vamos a llegar juntos hasta el final de ésto, con todas las consecuencias!
- No lo sé Gael, cuando comenzamos esto pensaba que todo iba a ser demasiado fácil, que seríamos los héroes en un abrir y cerrar de ojos y ahora míranos... Quiero confiar en ti pero... Prométeme que todo va a salir bien, que llegaremos al fondo del asunto, que resolveremos todo esto... Porque si no es así, no se que va a ser de mí Gael, he perdido mucho y todo por querer hacerme el  valiente. -Le pidió Dante a Gael tras reflexionar sobre sus acciones. 
- Lo único que te puedo prometer es que vamos a luchar, haya las consecuencias que haya, y te pido por favor, que sea a tu lado, junto a ti, como hasta hoy lo hemos hecho. -Dijo Gael.
- Durante toda mi vida, siempre he querido ponerle solución a todos los problemas que me han ido viniendo y he luchado hasta conseguir solucionarlos, pero esto, a mis 31 años, es algo que me ha superado, no sé como darle salida, no sé cómo afrontarlo. -Le contestó Dante cabizbajo. 
- ¡Pues juntos, como siempre lo hemos hecho! -Gritó Gael mientras veía que el tren se acercaba y mientras le tendía la mano a Dante en un acto desesperado para convencer a su amigo. 
- Te doy las gracias de corazón por esta conversación, quien sabe lo que deparará el futuro, la decisión está tomada. -Dijo Dante. 


Aquí os dejo mi nueva historia, espero que os guste, podéis comentar si lo deseáis y seguirme en:

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