Era más de medianoche cuando los tres chicos se
despedían en el parque de su barrio para volver al fin a sus casas. Tenían la
suerte de vivir muy cerca por lo que pocas eran las veces en las que volvían
sin compañía.
Una vez sólo y de
camino a casa, Gael empezó a pensar en todo lo hablado a lo largo de la
reunión, pues le había supuesto demasiada carga emocional, demasiadas cosas en
las que pensar en poco tiempo, tanto, que antes de llegar decidió sentarse a
meditar en una explanada que se encontraba al lado de su casa. En ese lapso de
tiempo, entre media y una hora, le dio por pensar en todo lo ocurrido a lo
largo de los diez años anteriores.
Recordó la cara de
Gabriel cuando llegó al lugar de los hechos y se enteró de la noticia, recordó
el proceso de aceptación por el que tuvo que pasar tanto él como muchos de sus
amigos, y como su vida y su estado emocional habían ido a mejor desde que
conoció a Azahara.
-"Azahara,
esa chica que me ayudó desde el primer momento, esa chica que aguantó todos mis
lloros, esa chica por la que me da miedo seguir con el plan de Dante, debo de
contárselo." -Meditaba Gael
mostrando en su mente todo lo que le debía a Azahara.
Y es que hace unos
años, Gael le prometió a Azahara que olvidaría completamente ese trágico suceso
y claro, ahora estaba en un mar de dudas ya que tenía ganas de realizar lo que
le había prometido horas antes a Dante, pero por otro lado, sabía que Azahara
se iba a enfadar y necesitaba contárselo.
-¿Holaa? -Preguntó
Gael al llegar a casa.
-Hola Gael, ¿Qué
tal se ha dado? -Contestó Azahara mientras aparecía por la puerta de la
habitación.
-Bien, pero tengo
muchas cosas que contarte, ¿Tú qué tal? ¿Saliste al final? -Dijo Gael amablemente
mientras se acercaba a ella.
-Si, he llegado
hace un rato y me estaba cambiando. -Contestó Azahara. -Cuéntame venga, tengo
ganas de saber cómo te ha ido.
Gael se quedó unos
segundos embobado en la chica que le enamoró y que tanto le ayudó. Acto
seguido, Gael le cogió del hombro cariñosamente, invitándole a ir al sofá para
contarle todo el plan de Dante.
Una vez sentados,
Gael, apoyándose en su hombro, empezó a relatarle la historia de lo que había
ocurrido durante toda esa noche, detalle a detalle y sin saltarse ni una
coma.
Ante la cara de
sorpresa que ella tenía, vio casi obligatorio terminar con un "¿Qué
piensas?", a lo que Azahara le respondió:
-No sé qué decirte
Gael, por un lado os comprendo, quedó todo muy en el aire y a lo mejor sería
bueno para terminar de pasar página, se que a pesar de todo aún no lo has
conseguido y tienes esa espinita clavada; pero por otro lado, lo pasamos tan
mal que me da miedo volver a sufrirlo, volver a verte así. Cuando aún vivíamos
con nuestros padres, me iba con miedo de saber cómo te iba a encontrar al día
siguiente, ocupabas mi cabeza las 24 horas del día... pero no soy quien
para prohibirte nada, haz lo que creas correcto y piensa que te apoyaré. Te he
dicho todo esto porque veía conveniente expresar lo que siento pero eso no
significa que no te vaya a apoyar.
-He dudado mucho y
sobre todo porque tenía que contártelo. No te niego, me sorprende mucho como
has reaccionado, imaginaba una reacción peor, pero de verdad muchas gracias por
comprenderme. -Dijo Gael mientras se incorporaba para mirarle a los ojos.
-Si puedo pedirte
algo, lo único que te pido Gael es que nunca dejes de estar feliz pase lo que
pase y que si decidís intentar resolver el caso, llegad hasta el fondo del
asunto, no paréis hasta que no haya más dudas.
-Gracias por todo,
de verdad. -Contestó Gael dirigiéndose a darle un beso.
Justo después de
esta necesaria conversación, decidieron irse a dormir. Había sido un día largo
y ambos estaban cansados.
Al día siguiente,
nada más despertar y pareciendo que tenía cámaras en su casa, Gael recibió un
mensaje de Dante que decía: "Hoy a las 22:00h en el parque".
Una nueva fase
comenzaba para todos los amigos, aunque no sabían hasta qué punto se les iba a
ir de las manos esa investigación...
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