miércoles, 2 de diciembre de 2015

Una tarde en la penumbra


10:25 de la mañana del domingo:

"No me había despertado aún cuando escuché mi móvil sonar, me pareció raro ya que los domingos nunca me pongo alarma:
- ¿Quién es? - Pregunté aún medio dormido.
- ¡Soy María! Te dije que te llamaría, ¿Recuerdas?
- Oh, lo siento, aún estoy dormido, cuéntame, ¿Conseguiste recordar algo? - Le dije a María, ya incorporado en la cama mientras bebía algo de agua para despejarme.
- Resulta que al contárselo a mi padre se dio cuenta de que hará cosa de un año o así, estando en el hospital, se cruzó con un hombre y éste le dijo algo así como "nos vemos pronto por aquí", lo recuerda porque se cabreó mucho con ese hombre y al encararse con él le dijo: "Cuide de su hija" ¡y se pasó a una sala corriendo en la que a mi padre no le dejaron pasar! -Me dijo María, ilusionada por haberme ayudado.
- ¿Cómo? ¿De verdad? ¿E iba así de tapado en mitad de un hospital?
- Dice mi padre que no, que no recuerda nada de eso, era una persona vestida normal con pelo rubio y muy esbelto, pero nada que hiciera fijarse especialmente en él.
- Que extraño, bueno, gracias María ya te iré contando, la verdad es que estoy muy nervioso, no sé por donde empezar, no sé como saldrá. - Le dije mientras apuntaba lo que me había dicho en mi libreta.
- Tranquilo que todo saldrá bien, ¡Confío en ti! - Dijo María antes de colgar el teléfono."

15:45 de la tarde del domingo: 

"Como cambia la vida en cuestión de días, hace nada mis únicas preocupaciones eran que iba a hacer al día siguiente y que me fuese bien en la universidad y a día de hoy tengo tantas que ni consigo conciliar el sueño, no sé si es bueno porque me está ayudando a madurar o es malo porque al fin y al cabo esto de tener la mente ocupada siempre no me gusta nada. Estoy a casi tres horas de conocer a la persona más extraña que me he podido cruzar, sentado en mi escritorio escribiendo en el diario que me regaló mi hermana y a la vez estudiando las posibles preguntas que le quiero hacer a XIII, si me deja.
Necesitaba hacer esta reflexión antes de preparar todo, 2 horas 45 minutos para estar con él, a por ello."

18:20 de la tarde del domingo: 

"No podía esperar más encerrado en casa.
Estoy dando vueltas por todo el parque y he decidido quedarme en uno de mis sitios favoritos, un espacio con césped apartado de todo el parque en el que puedo sentarme y relajarme. Estoy tan nervioso que he tenido que ponerme a escribir.
Espera, ahí viene."

18:30 de la tarde del domingo:

"- Sabía que vendrías. - Dijo XIII con una voz con cierto tono alegre.
- Por favor, quítate la capucha, es la única condición que te pido para estar aquí, estamos en un lugar apartado, se fijarán más en nosotros si la llevas puesta que si no. - Le dije desafiante.
- Que bien empieza nuestra cita, esto se pone interesante. - Dijo mientras se la quitaba.
Me quedé pasmado, no podía imaginarme lo que estaba viendo, al descubrirse la cabeza vi un rostro completamente quemado, su cara casi deformada y apenas se le distinguía ningún rasgo salvo las cicatrices de las múltiples quemaduras.
- Me intenté prender fuego vivo. - Me dijo al ver la cara que se me quedó.
- ¿Cómo? - Apenas podía articular palabra, fue lo primero que se me ocurrió.
- Como te dije, estuve un año entero sin apenas salir de casa, ese año fue el peor de mi vida tenía pesadillas constantes, me creía loco y decidí intentar quitarme la vida, por suerte no lo conseguí. - Dijo entristecido.
- Debe de ser muy duro afrontar todo esto solo, yo por suerte me puse en pie en seguida y os encontré a vosotros, bueno, más bien tú me encontraste a mí. -Le dije agradecido.
- No tienes ni idea, lo tuyo acaba de empezar, ¿Crees que dos pesadillas y tienes ya todo controlado? Eso creímos todos y mírame a mí, mira a Gorka. - Me dijo con cierto tono de cabreo.
- Lo siento, llevas razón. Si se puede saber ¿Por qué el suicidio como solución? No sé, yo no pienso planteármelo nunca.
- Cuantas veces me habré repetido eso en mi vida, ante todo vivir, luchar por todo y esas mierdas. No sabes como te someten psicológicamente, no sabes como te hacen sentir, demasiado frágil como para vivir, mírame, este es el resultado de pensar que no podía aguantar un sueño más. - Me dijo XIII mientras me enseñaba todas las marcas que tenía a lo largo de su cuerpo.
- Ya no estás solo, quiero entenderte y voy a ayudarte, podemos con esto juntos.
- Eso espero, ¿alguna pregunta más querido Juan? -Me preguntó cambiando su estado anímico de forma sorprendente.
- Si, estuve hablando con María y dime, ¿Como sabías quien era su padre y que iba a estar allí y todo eso? No lo entiendo. - Le pregunté intrigado.
- No fui yo, casualmente fue la semana en la que me intenté suicidar, si no fuese por esa persona ahora estaría muerto. - Me comentó cambiando de nuevo de humor.
- ¿Por esa persona? ¿Quién?
- Gorka. Ese día estuvimos hablando, le dije que había tenido una pesadilla muy fuerte para mí, que no podía soportar más y que no se preocupase por mí que estaría bien y le colgué pensando que iba a ser la última persona que iba a oír en esta vida. - Decía ahora si muy entristecido.
- ¿Y que pasó luego? - Le pregunté intentando no abusar.
- Compré gasolina y mechero, cerré a cal y canto toda mi casa, me eché la gasolina por encima y encendí el mechero. Lo último que recuerdo es un fuerte ruido y mucha agua, Gorka me salvó.
Sé que me llevó al hospital y todo el tiempo que estuve allí, él iba a verme, día a día, hasta que no volvió más. Se había suicidado. - Me comentó XIII
- ¿Entonces no estuviste encerrado en casa como me dijiste, estuviste en el hospital, no? - Le dije, estaba muy sorprendido, no sabía ni que pensar.
- Obvio, ¿Sabes? Por muy fuerte que parezca, todos tenemos sentimientos, todos tenemos traumas.
- Entiendo. - Asentí.
- Nunca me voy a perdonar haber intentado suicidarme, lo único que causó fue dejar a Gorka solo en esto, no me imagino por lo que tuvo que pasar. - Se entristecía al hablar de él, se le notaba.
- Supongo que erais muy amigos, lo siento.
- Fue la primera persona que conocí cuando mis pesadillas empezaron a surgir, investigamos juntos y todo lo que sé, lo sé gracias a él, incluso estoy vivo por él, imagínate lo que valía para mí.
- Intentaré no hablar más del tema, de verdad que lo siento. - Le dije sintiéndome culpable.
- No te preocupes. Ahora me toca a mí. Creo que eres la única persona en la que puedo confiar, quiero que estemos unidos en esto y quiero que juntos dejemos de tener pesadillas definitivamente, tanto nosotros como los que aún nos quedan por conocer a fondo, si aceptas, podré conseguirte este colgante y podré ayudarte psicológicamente a no caer, si lo rechazas, no volverás a saber de mí, te abandonaré a tu suerte. ¿Que decides?"








2 comentarios:

  1. Me ha encantado leerte, me gusta como escribes, yo hace 3 o 4 años que me aficione a escribir y desde siempre me gusta leer. Seguiré leyendo lo que escribas. Besos desde Valencia

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    1. Oh, muchísimas gracias, es un gran apoyo tu comentario, espero que te sigas leyendo porque te gusta lo que lees! Gracias de nuevo!

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