lunes, 28 de diciembre de 2015

Una noche más sin dormir


19 de Noviembre de 2015

03:02 de la madrugada del jueves

" Vivimos sin darnos cuenta, para cuando vamos a morir apreciar lo que es la vida e intentar rectificar todo el tiempo perdido.
Vivimos quejándonos de nuestra vida cuando mucha gente daría lo que fuese para tener la mitad de nuestro nivel de vida.
Vivimos fardando que nuestra esperanza de vida está en torno a los ochenta o noventa años cuando hay gente que no sabe si sobrevivirá al día de mañana.
¿Por qué vivimos? ¿Para qué vivimos? Somos muy afortunados, tenemos prácticamente lo que queremos y disfrutamos la vida por pequeños momentos, sin saber que la vida es un momento, sin saber que cumplir años es morir, sin saber que tal vez nos estemos muriendo por dentro, sin saber que nuestra mente se esté volviendo lo suficientemente loca como para colgarnos de un árbol, sin saber que tal vez nuestra mente planee apuntarnos a la campanilla con una pistola.
Estamos más pendientes de desinhibirnos de la realidad con drogas que de plantarle cara a la vida y saber disfrutarla, y sólo porque no nos vemos capaces de afrontarla, porque tenemos miedo al rechazo, al fracaso, porque tenemos miedo a la vida, porque tenemos miedo a que no sea como queremos que sea, porque tenemos miedo a los palos que te da y a las puñaladas por la espalda.
Vivimos en una burbuja de bienestar, de aparente paz y armonía en la que creemos que nunca nada nos va a pasar, en la que creemos que el mal solo le ocurre al vecino o al de más allá, y cuando nos explotan esa burbuja sólo somos capaces de vernos expuestos al mundo, a la realidad, porque es más fácil vivir en la ignorancia y feliz que vivir la realidad y sentirla tal y como es porque no nos vemos capaces de afrontarla.
Y, ¿Qué estoy viviendo yo? ¿Cuál es mi realidad? ¿Cómo tengo que afrontarla? Tal vez sea de las pocas personas que vea como es la realidad, tal vez me esté volviendo loco y no sepa distinguir cual es la diferencia entre la realidad y la ficción, tal vez me esté obsesionando y por eso oiga por todos lados esa voz que me repite una y otra vez lo mismo, tal vez y ojalá sólo esté en un sueño y en algún momento al fin despierte.
Sea como sea y esté donde esté el día de mañana lo único que quiero es morir pensando que he luchado, morir estando satisfecho, morir sabiendo que he aprovechado la vida lo suficiente y que puedo morir en paz con mi mente porque ya no había más que explotar en ella.
Aún así, siempre me preguntaré, ¿Vivimos para disfrutar de la vida? o ¿Vivimos para morir? "
                                                                                                                              - Juan Vaos.





No hay comentarios:

Publicar un comentario